Miedo, necesidad de ser solidari@, duelen los otros, somos privilegiad@s. Lloro, rió, agradezco, amo, odio, enojo.
No sólo hay más sensibilidad, sino que tengo una variación enorme de sensaciones en corto tiempo.
¿cómo no estarlo con la situación actual?
Pero… ¿tendría que ser diferente?
Terapéuticamente estaría bueno que lo observes, porque te vendrá bien para conocerte más. Después eres libre de hacer lo que gustes con ello. Disfrútalo. Abrázalo. Quítatelo. No tendría por qué ser diferente.
Con toda la sensibilidad que los pacientes están viviendo, me hacen preguntas como:
¿estoy enloqueciendo o es normal? ¿les pasa a otr@s? ¿tengo que dejarlo ser o lo debo modificar? ¿qué es lo sano? ¿hay alguna acción terapéutica con todo eso?
Intentaré responder a cada pregunta desde la perspectiva existencial:
¿Estoy enloqueciendo o es normal?
El mundo entero está pasando por la misma situación, hay gente confinada por todos lados, no podemos ver a los nuestros, ¡la gente se está muriendo!, estamos en peligro, algunas personas no entienden, hay gente muy fea, es que la situación en mi país no es tan fácil, hay mucha gente vulnerable, extraño a mi mamá, el mundó volverá o no a ser el mismo. Tenemos miedo, sentimos necesidad de ser solidarios, nos duelen los otros, nos sentimos privilegiados.
Con una bomba de pensamientos como estos, que escuchamos o que tenemos todo el tiempo, cómo no estar más sensible de lo normal. Además, tenemos una montaña rusa de emociones. A veces nos enojamos, al siguiente minuto lloramos por algo que es hermoso y nos conmueve, después sentimos miedo, al segundo nos sentimos agradecidos por ser privilegiados.
Demasiadas cosas sucediendo, y demasiado nuevas, extrañas y desconocidas. Lo más normal es que nuestras sensaciones y/o emociones estén siendo intensas y distintas a la vida que soliamos tener. Y es que esta no es la vida que solíamos tener. Parece salida de una película, un sueño raro, la dimensión desconocida, situación apocalíptica.
También tengamos en cuenta que algunas cosas están resaltando: la gente egoísta resalta, la violencia resalta, la solidaridad resalta, el amor resalta.
Estamos presenciando la libertad del ser humano, y con ello podemos ver todo lo que las personas somos capaces de hacer, para bien y para mal. ¿Cómo no emocionarse por ello? Cómo no sentirse más sensible. Sí es normal. No estás enloqueciendo.
¿Les pasa a otr@s?
Sí. No eres sólo tu. Es algo humano. Sartre dice que cuando nosotros experimentamos o hacemos algo lo validamos para toda la humanidad, por lo tanto si experimentas algo, será humano, y muy seguramente otros seres humanos lo estén experimentando también.
Sin embargo no todos lo vivimos igual. Quizá estes así constantemente. Quizá no estés así todo el tiempo, sólo a ratos. Quizá estuviste así al principio y ahora estás menos sensible. Quizá empezaste más tranqui y mientras más tiempo pasa, te vas sensibilizando más. No tendría por qué ser distinto.
¿Qué es lo sano?
Desde la perspectiva existencial ninguna de las formas es más sana que otra. Los seres humanos somos existencialmente libres. Ya decía en el escrito anterior que Sartre enuncia que estamos condenados a la libertad. Esto no significa sólo las elecciones, sino también a la actitud ante las contingencias, los accidentes o lo que nos pasa.
Por lo tanto, nosotros podemos experimentar que no tenemos libertad de sentir lo que sentimos. No elegimos enojarnos, espantarnos, emocionarnos. Quizá experimentemos que nos emocionamos sin haberlo elegido e incluso nos surgieron lágrimas sin que nosotros tuviéramos control alguno ante ello.
Sin embargo, diría Sartre, sí somos libres de la actitud que ponemos a esa emoción surgida. Disfrutarla, negarla, evadirla, intensificarla, contarlo, esconderlo, etc.
No tienes que quedarte ahí sintiéndolo, no tienes que aceptar tus emociones, no tienes que disfrutarlo, tampoco tienes que quitártelo, evadirlo o negarlo.
¿Tengo que dejarlo ser o lo debo modificar?
Quizá te guste sentirte así, te sientas más viv@.
Quizá normalmente vives en intensidad y esto sólo es otra forma de intensidad.
Quizá te sientas incómod@ porque prefieres estar más relajado.
Pienso en Nietzsche y su concepto del Amor Fatti. En pocas palabras significa que ames el hecho, que ames las cosas como son. Pero cuidado, no es resignarse al modo cristiano persando bueno, me resigno, así Dios lo quiso, por algo será. Acepto esta pandemia. No. Es AMARLO, con pasión. Sentir amor por lo que está sucediendo. Tampoco es que tienes que ser positiv@ acerca del hecho. Amar la pandemia. No. Si nosotros estamos molestos, amamos estar molestos. Si nos sentimos incómodos y nos lo queremos quitar, amamos querérnoslo quitar. Si estamos tristes por la pandemia, amamos sentirnos tristes por la pandemia.
Si te gusta, disfrútalo. Si ya lo conoces, abrázalo. Si te incomoda, obsérvalo y sal de ahí. Tampoco tendría por qué ser distinto. Eres libre para hacer con ello lo que quieras. Lo que sí puedes hacer es elegirlo con conciencia.
¿Hay alguna acción terapéutica con todo eso?
Dicho de una manera muy rápida y muy sencilla:
En la terapia existencial se dice que no hay ningún objetivo. No busca cambiarte, no busca curarte, etc. Pero yo siempre digo que hay una búsqueda en este tipo de terapia en clarificar tu experiencia, en que tengas mayor conciencia y, con ella, elijas tu vida en libertad.
En este caso de toda la sensibilidad que se tiene: que reflexiones sobre tus sensaciones, las veas, las reconozcas y elijas hacer con ellas lo que decidas en libertad.
Por lo tanto, la invitación terapéutica sería:
Reconóce lo que sientes, nómbralo y obsérvalo. Después eres libre de hacerle lo que quieras.
¿por qué la invitación? Porque sentirás que tu estás viviendo tu vida, y no que la vida te está viviendo a ti mientras eres espectador. Y te conocerás un poquito más, y casi te puedo asegurar, que conocerte mejor te va a servir en muchos momentos del resto de tu vida. :)
