Friedrich Wilhelm Nietzsche fue un filósofo alemán del siglo XIX que vivió de 1844 a 1900.
Ha sido considerado uno de los filósofos más importantes de occidente.
Hay muchísimos temas que podemos abordar con este autor: el eterno retorno, amor fatti, el súper hombre, su tema candente: Dios ha muerto, etc.. Pero hoy me voy a quedar con lo que es conocido como la “vuelta al revés” o “transmutación de valores”. Su lucha contra los valores o la moral tradicionales.
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Nietzsche se está oponiendo al carácter absoluto de los valores.
¿Desde dónde lo hace? ¿cuál es su argumento?
Para mi el libro que mejor lo ilustra es Genealogía de la moral, que publicó en 1887. Porque abre la posibilidad de que las cosas sean distintas a como se cree que son o como se piensa que deben ser.
Una genealogía es la serie de ascendentes de una persona por ejemplo, de una raza. Este filósofo hizo una de la moral. En ese texto buscó demostrar que el acto mismo de valorar se rige según las costumbres de determinada cultura y por lo tanto cambia a través del tiempo. Para ello analizó los vocablos bueno y malo.
Expuso que en la Roma antigua lo ‘bueno’ era ser de rango superior, noble y poderoso; y lo ‘malo’ era ser vulgar (perteneciente al vulgo), popular, de bajo rango; y en cambio, en la Edad Media, la religión cristiana –con afán de dar consuelo a los desvalidos–, convirtió al rico en ‘malo’ y al pobre en ‘bueno’ (Nietzsche, 2009).
Entonces la moral romana, dictaba que lo bueno era ser de rango superior, noble. Y lo malo era ser vulgar, popular, de bajo rango. Entonces los vulgares eran despreciados, y seguramente varios querían aspirar a ser nobles. Pero la moral cristiana, según este filósofo por ganarse muchos más adeptos, porque había más pueblo que nobles, promueve frases que supuestamente dijo Jesús como: “en verdad os digo que es difícil que un rico entre en el reino de los cielos” Mateo 19:23. Por lo tanto, en esta moral cristiana es bueno ser pobre, después serás consolado y es malo ser rico.
Listo. Si la moral es lo relativo a las acciones de las personas en relación con el bien y el mal. Nietzsche demuestra que cosas tan simples como qué es lo bueno y qué es lo malo, han cambiado según las épocas, según las culturas.
Ahora, la humanidad clasifica de una manera específica y determinada, en su necesidad de tener mayor claridad ante su experiencia del mundo y de la vida. Quizá no podemos dejar de hacerlo. Necesitamos clasificar para comprender. Una de tantas formas en que se define o clasifica cotidianamente las situaciones, objetos, experiencias o fenómenos es como buenos o malos.
El problema de utilizar un concepto (una idea expresada con palabras), y/o de definir una situación o fenómeno (fijar y enunciar con claridad y exactitud el significado); es que aunque el ser humano tiene tantas maneras distintas de vivir una sola experiencia, se queda fijo en concepciones rígidas, con lo que termina esclavizado.
¿Qué es, entonces, la verdad? Un ejército fluctuante de metáforas, metonimias, antropomorfismos […] que después de largo uso le parecen a un pueblo ser algo estable, canónico e imperativo; las verdades son ilusiones, aunque hayamos olvidado que lo son.
Friedrich Nietzsche
Pienso en el Marqués de Sade, filósofo y escritor francés que vivió de 1740 a 1814, que estuvo preso casi toda su vida por escribir libros de ateísmo radical y de protesta política y moral, que en uno de sus textos se burla de las mujeres vírgenes. Y dice que se lamenta de cuantas mujeres yacen en la tumba vírgenes, porque en esa su época la virginidad es buena y que adivina una época en donde mantener la virginidad sea malo. Hoy en día existe un casi ritual en Estados Unidos donde las chicas terminando la prepa, en su graduación, buscan perder la virginidad. Porque si hoy alguien llegara a los 25 años siendo virgen, sería mal visto.
Por esto Nietzsche se opone al carácter absoluto de los valores. Y habla de darles la vuelta al revés, es decir: y si lo que consideramos bueno, fuera malo. O si lo que consideramos malo, fuera bueno. ¿habrá habido una época en que era al revés? ¿habrá una cultura en que sea al revés?
Y de aquí salen cosas como que somos los seres humanos los que debemos empoderarnos y dejar de responsabilizar a Dios por lo que se valora. Esto se liga con sus otros conceptos. Pero hoy me quedo aquí en la duda de los valores y la moral tradicionales.
Bibliografía
Nietzsche, F. (2009). La genealogía de la moral. Madrid: Alianza.
